En dos horas se presentará en el Ministerio de Economía de la Nación el "Programa de Financiamiento para Capital de Trabajo en la Industria Biodiesel". La historia arranca unos meses antes, y para entender es preciso recordarla. El 18 de abril de 2023 el Gobernador Perotti convocó a una reunión en la Casa Gris que permitió a las cámaras que representan a la industria santafesina que abastece el corte obligatorio de biodiesel con gasoil reunirse con la Secretaria de Energía Royón, quien anunció un nuevo sendero de precio que aumentaría un 4% mensual, incrementando el precio de abril a partir del día 24 y no del día 1ro. Alguna repercusión sobre lo ocurrido ese día: https://campolitoral.com.ar/nota/74676/2023/04/malestar-en-pymes-bioenergeticas-santafesinas-por-el-nuevo-precio-del-biodiesel
Algunos datos para entender:
La Ley 27.640 entró en vigor el 4 de agosto de 2021 (https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/247667/20210804).
El Art. 13 define que la Secretaría de Energía debe determinar la forma de calcular los precios. A casi 2 años y por falta de reglamentación los precios no se definen de acuerdo a una fórmula pública.
El Art. 14 reza "Las metodologías de cálculo de los precios de los biocombustibles para el abastecimiento de las mezclas obligatorias con combustibles fósiles que establezca la autoridad de aplicación deberán garantizar una rentabilidad determinada por la misma, considerando los costos de su elaboración, transporte y el precio para producto puesto en su planta de producción."
Los precios publicados no están de acuerdo al Art. 14 de la ley ya que no consideran desde hace prácticamente 1 año los efectos de los programas de incremento exportador (mejor conocidos como dólar soja 1, 2 y 3) -que encarecieron hasta más del 50% el costo de adquisición del aceite de soja en el mercado doméstico- ni el hecho que aprox el 86% de los insumos para producir biodiesel están dolarizados -mientras que el dólar evolucionó 22%, el precio doméstico del biodiesel apenas evolucionó 12,6%-.
Los productores deben afrontar un descalce de moneda: toman deuda en dólares para adquirir las materias primas que transportarán hacia sus plantas, almacenarán, convertirán a biodiesel, analizarán, despacharán, facturarán, certificarán y finalmente cobrarán según precios establecidos en pesos. Este descalce los obliga a recurrir a un seguro de cambio que representa un costo adicional del orden de 150 dólares por tonelada por cada mes de cobertura.
A partir de la imposición de un precio que no se ajusta al Art. 14 mencionado, surgió la idea de que los productores pudiesen tener la financiación en pesos que les permitiese adquirir las materias primas cuyos precios están dolarizados pagándolas de contado, de forma de contraer un compromiso en moneda nacional que sería cancelado con el cobro de la venta de su producto, también en moneda nacional, evitando así al menos el costo de cobertura de tipo de cambio -un costo innecesario y no remunerado-. Así nació la idea de este programa de financiación.
Sin dudar de la buena voluntad de quienes intervinieron, el programa de financiamiento quedó estructurado de una forma que no resuelve lo arriba planteado. Algunos puntos importantes:
El mismo requiere de la presentación de una factura de venta, lo que obliga al productor que no quiera arriesgar la empresa en caso de inestabilidad cambiaria a incurrir en el costo de cobertura prohibitivo y -sobre todo- evitable. Evitable con una estructuración adecuada del precio: en dólares, como se transa la energia en Argentina: petróleo, gas, etc., o una estructuración adecuada del financiamiento: un adelanto que permita pesificar las deudas al momento de contraerlas.
El programa establece que la operatoria es de una factura a la vez, lo que permite tomar apenas una pequeña fración del disponible u obliga a extender la exposición de tipo de cambio a lo largo de todo el mes (más el período de cobranza) para poder utilizar toda la línea; siempre y cuando se trabaje con un solo cliente. Los productores que operen con más de una mezcladora no podrán utilizarlo. Difícil entender estas restricciones si lo que se quiere es ayudar a la industria en un momento en que se la obliga a trabajar con márgenes negativos.
La industria productora de biodiesel para el corte obligatorio con gasoil nunca estuvo subvencionada. Más bien otros actores de la cadena se beneficiaron a partir de las condiciones que se le impusieron.
El biodiesel puede cumplir un rol importante en el marco de la soberanía energética, se produce localmente, demandando materias primas locales, pagando salarios e impuestos en el país, y todo en reemplazo de gasoil importado que no participa en el desarrollo de las economías regionales. Y en términos de emisiones, el biodiesel argentino ahorra más del 60% de emisiones de gases de efecto invernadero respecto del gasoil, y aún más respecto del carbón, que es el combustible fósil con el que se compara al gas natural para destacarlo como combustible de la transición energética.
Una analogía final. El ferrocarril es un gran aliado del medioambiente comparado con el uso del camión. Podemos promoverlo, o decretar "ramal que para, ramal que cierra", con todo lo que aprendimos que ello implica. Frente al biodiesel podemos ser noventosos o novedosos.
Axel Boerr
Presidente de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados
La compulsión a la repetición de errores del gobierno en relación a la política de Biocombustibles no solo perjudica a las empresas productoras y a los consumidores, sino que atenta contra un Plan Energético y económico eficiente, creíble y orientado hacia la transición.